jueves, 25 de julio de 2013

Drama

Pues sí, hay mucho drama y mucha tensión en el ambiente ultimamente. Desde la última vez que actualizé parecía que las cosas no iban del todo mal, pero cayeron en picado, y después de pensarlo mucho, valorar y hacer balanza, y pedir muchos consejos, tomé la decisión; me vuelvo a España. No aguanto más aquí, no puedo estar más con unos niños que si no se hace lo que quieren se pongan a patalear y gritar y a pegar a todo el que pase. Tengo arañazos de Prescilian y Florelia. Thealine es horrible, se porta fatal, es super mandona, no se quién se cree que soy pero me da órdenes ¡ÓRDENES! ¡A MI! Me habla en un tonito que vaya tela... y ya me ha dicho cosas como "tu est pas ma mère", pues claro que no, idiota, ni lo quiero ser, y "c'est pas toi qui fai les règles, je peux faire ce que je veux". No me respetan lo más mínimo y estoy muy cansada de todo esto, ya no solo fisícamente, pero mentalmente. No estoy en nada de acuerdo en la manera en la que educan a los niños, no aguanto a Emmanuel ni su carácter, todo el día gritando y hablando mal, es cierto que a mi nunca me ha gritado, pero sí se ha dirigido a mi de muy malas maneras, y yo no tengo por qué soportar malos modales... son un montón de cosas y ya me he hartado. 

La gota que colmó el vaso fue el otro día; tenía que dar de cenar a los niños después del baño y ya había preparado la cena y estaba servida en los tres platitos, pero Florelia corriendo por la casa, Thealine que no quería salir del baño y Prescilian fue el único que se sentó a la mesa pero en cuanto vio lo que había para cenar se levantó. Intenté cogerle y decirle que no hay que levantarse de la mesa así y blablabla pero al volverle a sentar le dio una de sus pataletas y sinceramente; no tenía ni idea de qué hacer. La abuela había salido, Jean (uno de los hijos de Leticia que está en casa) también, Charlotte en la ducha y que no quería que la molestasen. Así que decidí optar por la via rápida; cogerle en brazos para poder llevarle a la mesa (a todo esto Thealine y Florelia ya estaban comiendo, menos mal), pues en ese fatídico momento, Prescilian me agarró de la cadena que yo llevaba en el cuello y tiró... la cadena se rompió. En ese momento, sentí que me ardía la cara y se me acumulaban las lágrimas en los ojos. Quería darle una bofetada que no se le olvidase en la vida. No hubiese sido para tanto si hubiese sido un colgante cualquiera sin importancia, pero esa cadena es de Tiffany's y me la dio mi host family en Estados Unidos cuando estuve allí en 4º de la ESO por mi cumpleaños y no me la quito desde entonces. Le cogí de la mano y le enseñé lo que había hecho, me dijo "tu est mechante". Le senté en la mesa y me puse a hacerles una macedonia. Entonces, llegó Charlotte, le expliqué lo que había pasado y le dijo a Prescilian que lo que había hecho estaba muy mal porque era muy caro. Y ya. No le dijo nada más, ni que me pidiese perdón ni nada, y de hecho me dijo a mi que parte era culpa mia porque cuando se ponen así no hay que cogerles. Sin perdón y sin nada, me cagué en la hostia. Me fui a mi cuarto. Me acuerdo que una vez la hija de mi prima cogió una pegatina de mi baño y sus padres la obligaron a llamar por teléfono para que dijese lo que había hecho y pidiese perdón. Al día siguiente me llevo Marie Laure (que no Marilor como creía yo...) a tomar un helado y estuvimos hablando y se lo conté todo, y le dije que quería irme, y me dijo que me esperase una semana y si veía que no iba a poder, que me fuese. Llamé a Edurne también, que se portó genial conmigo. Al final, después de mucho pensarlo, lo decidí. No les debo nada, y no encuentro ninguna razón para quedarme, por suerte para mi, hice esto porque quería vivir la experiencia, trabajar y mejorar el francés, y no por necesidad.

A partir de ahí todo ha ido cuesta abajo.Así que el martes hablé con Charlotte y le dije que me iba. Como siempre, me cambió de opinión cuarenta veces, al principio me pareció que se esperaba lo que le iba a decir, luego me dijo que no podía dejar que me fuera así, sin tiempo para buscar a otra persona, luego que me esperase una semana y al final me dijo que me fuese el martes que no quería tenerme en casa. Pues ale, ya tengo los billetes de tren para Hendaya y allí me recoge mi madre.Touna habló conmigo y me dijo que me había comprometido, así que me dijo mi madre que le propusiese a Charlotte quedarme hasta mediados de agosto que ellos se van quince días de vacaciones, y así les daba tiempo. Pero al proponérselo a Charlotte me dijo que no, que no tenía ganas de tenerme más en su casa. Pues "p'a ti la perra gorda". Estoy contenta porque por fin voy a salir de aquí, pero está siendo insoportable. Charlotte lleva sin cenar con nosotros desde el martes porque estoy yo, manda a Thealine a decirme las cosas que quiere que haga, hoy a regañado a uno de los nietos por venir a la playa conmigo. La abuela está un poco entre dos bandos porque ve la situación y lo infantil que está siendo Charlotte pero es su hija. Ayer Jean le dijo que Charlotte había llegado al punto de abusar de la gente. No se... Se que está cabreada pero se está portando peor que sus hijos, aunque sinceramente, ahora veo por qué los niños son así. Hoy viene Emmanuel y me da algo de miedo estar por aquí con él... Estoy contado las horas para volverme. Por suerte, ya le pedí el domingo libre y me dijo que vale, y lo siento por ella si me vuelve a cambiar de opinión, pero yo ya tengo planes para ese día.

El otro día Lucas me dijo de vernos porque está de socorrista en Cap Ferret que está aquí al lado. Así que le pedí la tarde libre a Charlotte y trabajar por la mañana, pero me dijo que no, porque iba a salir con la abuela y que no estaba en condiciones de pedir nada. No perdona, si esta semana estoy trabajando, tengo todo el derecho a pedir una tarde libre haciendo mis horas por la mañana, y aun más cuándo estoy a su disposición 24 horas para ver cuándo le va bien, sabiendo mis días libres y mis horarios apenas un día de antes. Al final trabajé tres horas por la mañana y me dijo que de seis y media a ocho y media. Así que pude coger el barco y pasar unas horas en Cap Ferret. Al volver a casa me dijo que al final ella no salía así que podía salir yo si quería ¡ella había pensado que le había pedido la noche! No tenía ningún plan para por la noche, pero yo también jugué bien mis cartas y le contesté "ah... pues podías haberme avisado antes, porque ya he cancelado mis planes por ti". Já. Yo también se jugar Charlotte.

En fin, que me voy ya. Lo único que me da pena es la gente que he conocido aquí (aparte de esta familia), todos los nietos han sido simpatiquísimos conmigo, me han llevado a la playa y me han sacado un poco de la casa. Marie Laure es un amor y me ha demostrado que puedo confiar en ella. Leticia, Hubert Natasha y Jean me llevaron en el barco y se han portado muy bien conmigo. Bertrand, el amigo de la familia, lo mismo. Touna es adorable, y siempre que lo he necesitado se ha sentado a hablar conmigo y nunca me ha importado hacer cosas para ella. Esa es la diferencia. Si ella me pide que la ayude a hacer las camas, no me importa, y yo me ofrezco a hacer cosas, con Charlotte y Emmanuel hemos llegado a un punto en el que cuando he terminado mis horas, yo me lavo las manos, "je m'en fiche" y desaparezco. Y por supuesto a Edurne y su familia, que me han demostrado mucho desde el primer día.

Y así es como se acaba mi experiencia "aupairil", no me arrepiento de haberlo hecho. Quería hacerlo desde hace tiempo, y no ha funcionado. Ahora se que esto es algo que se hace una y no más. Puede que yo haya tenido mala suerte, y que con otra familia no me hubiese pasado esto, pero no tengo curiosidad en comprobarlo. Desde luego, he aprendido muchas cosas, aparte de mejorar considerablemente m francés, y he extendido mi paciencia hasta límites insospechados, estoy tranquila, porque se he dado lo mejor de mi y lo he hecho lo mejor que he podido, y si no he podido con la situación es porque me quedaba demasiado grande y no contaba con estas condiciones y ha sido la situación la que me ha fallado y no yo. Siempre he estado al máximo y nunca he dejado que mis emociones ni mis sentimientos llegasen a los niños. Y ahora me vuelvo a España porque como bien dijo Dorothy en El Mago de Oz; "se está mejor en casa que en ningún sitio".



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