lunes, 24 de junio de 2013

El bautizo

Por fin llegó el dichoso día. A las 7:30 ya estaba en la cocina ayudando a organizar las cosas, y vigilando a los dos mayores que estaban revolucionados. Tuve que planchar la ropa de los niños y pasó lo que había conseguido evitar hasta ese momento; me quemé. Ahora tengo una raya en la palma de la mano de otro color distinto al de mi piel. Teníamos que salir de casa a las 9:30, la misa era a las 11 en una iglesia de las afueras de Burdeos. Salimos a las 10:15. Prescilian no se quería vestir y cuando por fin conseguí vestirle, a los 10 minutos ya se había metido entre los viñedos y tenía la camisa blanca llena de barro, así que hubo que cambiarle.

Al llegar a la iglesia, conoci a Leticia, una de las hermanas de Charlotte, a su marido y tres de sus cuatro hijos. Me daba bastante miedo la misa con los tres niños, al parecer normalmente en la misa también se portan fatal, así que me esperaba lo peor. Sorprendentemente, se portaron genial. No hicieron nada y estuvieron muy quietos. Solo Florelia se quejó con lo del agua. Por cierto, lo dijeron ayer, Florelia significa flor de Dios, y Thealine y Prescilian también tienen connotaciones religiosas... Estos niños están marcados de por vida.
En la misa no me enteré de mucho, pero cada 5 minutos se cantaba una canción, tenían un señor que se ponía en medio con su atril y cantaba y "dirigía" a la gente. Tenía pinta de ser el típico que en sus años mozos debió participar en algo más o menos importante y se ha quedado anclado en el pasado (como Cam de Modern Family).

Al terminar, me presentaron a las otras dos hermanas de "Lolotte" (así llaman a Charlotte), maridos e hijos, los padres de Emmanuel y  sus hermanos y amigos y mucha más gente. Llegamos y estaban Edurne y Pablo, me encantó volver a verles, son geniales.

Los últimos invitados se fueron sobre las 19:30. Fue bastante mejor de lo que me esperaba. Trabajé muchísimo y al acabar estaba agotada pero no estaba sola, TODOS ayudaban a recoger, limpiar, cambiar platos, etc. Todos fueron amabilísimos conmigo, Leticia fue un verdadero amor y cogí  cofianza con ella en seguida. Y lo mismo con sus hijos, las dos me ayudaron muchísimo y si no tuviesen 13 y 10 años saldría con ellas jajaja. Comí con los niños, pero me alegro, porque me llevé lo mejor de cada lado, comí pizza, quiche y patatas fritas en vez todo aquel marisco que había, pero probé un montón de vinos a cada cual más bueno, comí otros tantos tipos distintos de queso con los adultos y la maravillosa tarta de fresas y arándanos. Hablé con todos, me decían que hablaba muy bien el francés y que no se notaba mucho mi acento (weeee!), muchos me dieron sus móviles por si necesitaba hablar o lo que fuese.
La verdad que han sido encantadores.

Una de las niñas se quedó encerrada en el baño casi 20 minutos y los chavales rompieron un cristal, yo me quemé. Luego salí a correr un poco a bajar toda la comida y cuando estaba ya volviendo a la casa después de una hora me di cuenta de que no tenía el mando que abre la puerta del jardín, me asusté muchísimo no sabía donde se me podía haber caído y ya se estaba haciendo de noche, no quería estar entre los viñedos de noche por razones más que evidentes. No llevaba el móvil, así que no sabía como iba a entrar en casa. Volví sobre mis pasos. Anduve unos 15 minutos y ahí estaba en el suelo. El corazón se me desencogió y pude respirar tranquila.

En definitiva, fue un día muy largo, y pasaron muchas cosas, pero fue un buen día. Hoy no trabajo así que voy a relajar las contracturas que tengo del estrés del ayer. Buenos días.

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