Y vaya si empieza! El autobús salía de Avenida de América a las 9 menos cuarto de la noche. Al llegar, como venía de la Estación del Sur y era de salida inmediata, apenas pude despedirme de mis padres. Era la última en entrar al autobús, cargada de bartulos fui dando golpes a la gente hasta llegar a mi sitio. Me daba verüenza moverme mucho o hacer mucho ruido a ver si molestaba así que me tiré unos buenos diez minutos con todo encima de mi sin mover un músculo. Cuando ya por fin me sentí más o menos cómoda puse las cosas arriba y me puse la música. Así pasaron dos horas muy largas, hasta que llegamos a Lerma y ahí paramos para cenar. Intenté dormir pero no podía, entonces el chico de al lado me preguntó si no podía dormir, el tampoco y empezamos a hablar. Así al menos se amenizó un poco el viaje. Dimos alguna cabezada y después de dos paradas más llegamos por fin.
Al llegar, Charlotte me estaba esperando. Me despedí de él y para el coche. Dimos una vuelta y a la media hora llegamos a Libourne y su casa, los mayores (Thealine de 5 años y Prescilien de 4) estaban despiertos así que desayunamos juntos. Estaban un poco tímidos, pero en seguida cogieron confianza conmigo.
Ya eran las 8 y Charlotte me dijo que durmiese un poco, pero cuando ya estaba medio grogui, Thealine habia pasado por el tejado (es plano, no a dos aguas) hasta mi ventana, abrió las contraventanas y me dijo "à ce soir! Je vais à l'école!". Jo, que mona.
Apenas dormí dos horas, y cuando me levanté no había nadie en casa. Por fin me duché y estuve merodeando por el jardín porque aún no tenía llave de la casa. Tienen viñedos por todo el jardín o algo de eso porque al parecer Emmanuelle hace vino! Estuve intentando que el conejo me hiciese caso y luego buscando a la gallina y el gallo en vano. El gato era verme y salir corriendo.
Por fin volvió Charlotte y comimos, después me dejó en el centro de Libourne para que lo viese. Dos horas y media andando bajo un sol abrasador. Encontré un HyM, así que no estuvo mal jajaja. Luego, fuimos a recoger a los niños a sus correspondientes guarderías, menuda odisea para que estuviesen tranquilos... Al llegar cenamos, jugué un rato con ellos y a la cama, no sin antes llorar y berrear y dar patadas a todo lo que estuviese en sus caminos. Emmanuelle me dio una charla sobre ser autoritaria y tal... Y por fin, ¡¡me dio la contraseña del wifi!!
Por fin podía comunicarme! Y así es como con mucho sueño acumulado ha ido mi primer día como una au pair en Libourne.
La casa, esa es la entrada de la cocina
Voy a stalkearte para enterarme de tus aventuras xD
ResponderEliminarMe parece correcto <3
EliminarBest Seller a la vista? ;)
ResponderEliminarTodos los días me pasaré por tu rinconcito, será como tenerte al lado ;)
Te quiero.